lunes, 6 de abril de 2015

La mona de Pascua

Hoy quiero hablaros de una tradicción dulce.
Aunque las modas en cuanto a este tipico pastel ha ido cambiando con el tiempo. Y muchos niños prefieren las de chocolate de sus personajes favoritos, o jugadores de su équipo de futbol o los huevos de chocolate, sin desmerecerlas yo apuesto por la mona de toda la vida.
¿Pero cuál es su origen?

La mona, en su origen, no tiene nada que ver con todo esto de las monas de chocolate o las tartas. Y por eso hoy me he lanzado a recuperar la receta tradicional, la de toda la vida que hace mi madre.

Se piensa que el término “mona” proviene del árabe y significa obsequio, y aparece documentado por primera vez en el siglo XV. Se trataba de un pastel elaborado artesanalmente en casa para festejar el fin de la Cuaresma. La costumbre era que el padrino obsequiara a su ahijado con un pastel con tantos huevos de gallina como años tuviera el niño. Así hasta llegar a los 12, edad en la que se hacía la comunión.
En Cataluña, los ahijados utilizaban una fórmula especial para saludar a sus padrinos cuando iban a sus casas a recoger la mona:
Déu vos guard, padrí;
la Pasqua ha vingut;
doneu-me la mona,
i Déu us dô salut.
Las monas de chocolate y fantasías diversas como las conocemos ahora existen desde hace 150 años. La pastelería que las introdujo fue la Massana, en la calle Ferran de Barcelona, que elaboró la figura de un mono, haciendo honor a su nombre.
Pero vamos ya con la receta tradicional.
Ingredientes:
1/2 kg harina
75 gr azúcar
50 gr mantequilla
3 huevos
10 gr sal
1 piel de limón rallada
50 gr levadura prensada
Leche
Para los adornos:
Huevos duros
Aceite
Huevo batido
Azúcar
Preparación:
Amasamos la harina con el azúcar, los huevos, la sal, la levadura, la mantequilla y la ralladura del limón. Vamos añadiendo leche poco a poco hasta formar una masa homogénea y que se desenganche de las manos. Se deja reposar 30 minutos.
Formamos un pan redondo y en medio hacemos un agujero, agrandándolo hasta formar una corona. Os recomiendo que lo hagáis ya sobre papel vegetal o la bandeja del horno, porque si no, no hay manera de levantar la cosa. Quizás hayáis visto otras recetas en las que se extiende la masa y ya está, sin hacer el agujero. Estos pasteles son los llamados “Cristina”, que se pueden encontrar en algunas pastelerías todo el año.
Ahora pintamos la corona con un poco de aceite, clavamos los huevos duros (¡ojo, que se rompen si los presionas muy fuerte!), pintamos todo de nuevo con huevo batido y espolvoreamos azúcar por encima.
Se deja fermentar 20 minutos y, transcurrido este tiempo, se cuece en el horno unos 45 minutos a 170 grados. Y ya está.

Espero que os sirva para el próximo año os animeis a prepararlas vosotros mismos.

Mila
Mua & Hair Stylist para cine, teatro, tv, fotografía, pasarela, social y artistico
Asesora de Imagen y Estilista
Bloguera

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